Juglar esquivo con voz de melao
Juglar esquivo con voz de melao
Un paso adelante y olvidó a dónde,
por qué, y para qué estoy cambiando.
Reconoceré mi camino feliz
siempre y cuando pueda alcanzar
un par de estrellas fugaces montado
sobre panqueques
de mantequilla dulce
con peras duendecillo,
leche y miel, camino al cielo.
Dos pasos hacia atrás,
me creció barriga después
de los de los cuarenta.
Nuevos sueños ocupan
viejos espacios. Me detengo,
nado como una tortuga
hacia nuevas aventuras
de corto plazo. Noches
de helada luna y muerte.
Rebosante de atención plena,
trabajo, tejo, cambio la decoración
de la sala, mi nave espacial, viajo.
El tiempo me clava al caobo
de nuevas visiones. Sencillas puertas
que abren hacia mi jardín de helechos
donde damos vueltas
y aspiramos el fuego de la rueda
encendida que nos une.
Me quedé calvo, escribí
cientos de versos.
Canciones de amores truncados
para calmar tormentas inolvidables.
Amor entre dos hombres,
prisma de colores entre el kaki y el blanco.
Hologramas de corazones envejecidos
en el 2024 brincan, bailan se amordazan
uno al otro entre las uvas playeras
sin endurecerse los corazones,
mi colección perenne de recuerdos
eróticos. Mis Dalí y Picasso en la cama.
Tres pasos por delante de la muerte.
No estoy dispuesto a arrodillarme
para disminuir el dolor. Prefiero volver
a los besos secretos y los sonetos
de nostálgicas sombras entre parques
a orillas de tu playa y la mía.
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